El Catastro del Marqués de La Ensenada de 1752


El Catastro de Ensenada es la denominación que se da a la averiguación catastral realizada en toda la Corona de Castilla para conocer, valorar y registrar los bienes, así como las rentas y cargas, de los que fuesen titulares sus moradores. Esta averiguación fue ordenada por el monarca Fernando VI,

por el real decreto de 10 de octubre de 1749, y se realizó entre abril de 1750 y el mismo mes de 1756, teniendo como finalidad establecer el impuesto de Única Contribución que acabara con la multitud de impuestos que percibía la hacienda real. La averiguación se conoce como “de Ensenada”, debido a que su impulsor fue  D. Zenón de Somodevilla y Bengoechea , Marqués de la Ensenada, ministro de Fernando VI.                        

Dibujo contenido en las respuestas particulares del Catastro del Marqués de la Ensenada, en el que se representa Nieles y los tres barrios de Cástaras, enmarcados en los cuatro puntos cardinales. Al pie está  escrito:

Conzejo de Cástaras y Nieles partido de Alpuxarras, dista quatro leguas de la Villa de Uxixar, caveza de su partido y tres de la ciudad de Granada, capital de su Provincia,  su thermino tres quartos de legua de levante a poniente y siete quartos de legua del norte al sur, y tres leguas y media de circunferenzia, tiene la figura precedente, y por levante confronta con los therminos de Timar y Jubiles, por poniente con el de Almexixar y Notaez, por el norte con el thermino de Busquistar, y por el sur con el de Albondon.

 

La averiguación se llevó a cabo con el siguiente procedimiento. Se pidió a todos los cabezas de familia que presentaran declaraciones de sus bienes, derechos, rentas y cargas. Estas declaraciones, una vez comprobadas, constituyeron las llamadas Respuestas Particulares. Por otra parte se elaboró un interrogatorio de 40 preguntas mediante las cuales se obtenía una amplia y variada información de cada pueblo: el nombre, los límites del término, oficios, ganadería, agricultura, industria, etc. Este interrogatorio son las Respuestas Generales. El documento relativo a las Respuestas Particulares del Concejo de Cástaras y Nieles se encuentra en el Archivo Histórico Provincial de Granada, y el relativo a las Respuestas Generales en el Archivo General de Simancas. 

La primera pregunta interroga por el nombre de la población: “A la Primera pregunta dixeron: que esta Población se llama el lugar de Cástaras, que su Conzejo se compone del, y de el lugar de Nieles. Y responden.”

La respuesta a la segunda pregunta nos informa que el Concejo es de realengo, es decir pertenece al rey, es a él a quien pertenecen los impuestos, como son los Derechos del real Censo de Población, y los dos tercios del Derecho del Diezmo. Así se respondió:
“A la segunda Pregunta dixeron: que esta Población de los dichos dos lugares perteneze a su Mag, que Dios guie, quien percibe sus Reales Derechos de Rentas Provinciales y demas generales. Y responden.”   

La tercera respuesta describe el término, sus límites y superficie de este modo: “A la terzera pregunta dixeron: que el termino de este Conzejo ocupa de Levante a Poniente tres quartos de legua, y de el Norte al sur siete quartos de legua, y de circunferencia tres leguas y media; y por  Levante  confronta con los términos de los lugares de Timar y Jubiles, y por el Poniente con los terminos de los lugares de Almexixar y Notaez,  por el Norte  con el termino del lugar de Busquistar que es de la Jurisdiccion de el estado de la villa de Orxiba, y por el sur confronta con el termino del lugar de Albondon, que es de la Jurisdicion de la villa de Trorviscon y su figura es la misma que al margen. Y responden.”La descripción del término coincide, en líneas generales, con la actual delimitación, e incluso con la mojonera del Libro de Apeo (1574).                       

La población
El Libro de Apeo nos dice que antes de la expulsión de los moriscos existían 101 vecinos: en Cástaras 76 y en Nieles 25, reduciéndose a tan solo 36 nuevos pobladores en 1574. Menos de doscientos años después, la población del Concejo de Cástaras y Nieles se vio notablemente incrementada, y en 1752 ya era de 256 vecinos, entendidos como familias (pregunta veintiuna). 

Las respuestas particulares nos dan el siguiente cuadro de distribución de la población: 

Hombres - cabezas de casa

175

Mujeres-cabezas  de casa 

188

Hijos mayores de 18 años

  51

Hijas mayores de 18 años

  13

Hijos menores de 18 años

196

Hijas menores de 18 años

154

Hermanos y parientes

    8

Hermanas y parientes

    7

Sus criados y aprendices 

  12

Sus criadas

   9

Total

813



Zenón de Somodevilla y Bengoechea , Marqués de la Ensenada

La respuesta a la pregunta veintidós nos dice que el número de casas habitables es de 260, habiendo otras ocho o nueve arruinadas. Éstas estaban repartidas entre Cástaras y Nieles, no declarándose otras viviendas fuera de los dos núcleos urbanos, salvo el Cortijo de Juan García. El carácter exhaustivo y preciso del Catastro hace pensar que, cuando se realiza la averiguación, no estaban aún los cortijos y cortijadas existentes hoy en día en nuestro término municipal. 

Sociedad
Las respuestas treinta y cinco, treinta y seis y treinta y ocho nos dan una imagen de la sociedad del Concejo. Se trataba de una sociedad netamente agrícola, con un reparto desigual de la tierra. El grupo social más importante lo componían los labradores, que se dedicaban exclusivamente a las tierras que poseían; el número de artesanos, comerciantes, funcionarios y otros oficios era reducido.  De los 217 vecinos había 90 jornaleros, casi un 45%. Éstos poseían pequeñas parcelas, que no les daban para vivir, y por tanto tenían que trabajar para otros. En el último peldaño se encontraban los pobres de solemnidad, que sumaban un número de once.

Los vecinos eclesiásticos constituían un grupo de quince habitantes, formado por un beneficiado y sus ocho familiares (hermana y siete sobrinos), un cura y su ama y mozo, un presbítero y su ama, y otro presbítero. Sus tierras eran trabajadas por otros y percibían rentas anuales. 

Agricultura
El Concejo de Cástaras y Nieles tenía en la agricultura su actividad principal. El Catastro dedica a ello un importante número de respuestas. La respuesta cuarta divide las tierras cultivadas en tierras de secano y tierras de regadío o de vega; estas últimas ya eran regadas por la Acequia Real:
“A la quarta pregunta dixeron: que las especies de tierra que hay en el termino y territorio de este Conzejo, son y se reduzen a tierras de sembradura de vega, que se riegan con las aguas de la Acequia Real, que se toma en el río del lugar de Trevelez, y descienden de sierra nevada.”

                                           

                                                                                        Árboles frutales en la vega de Nieles

Tanto las tierras de vega, como las de secano y viñas, se dividían en primera, segunda y tercera calidad. La parte de vega de primera calidad producía dos cosechas al año, una de trigo y otra de maíz, las de segunda y tercera calidad producían una sola cosecha. Las de secano producían una sola cosecha de trigo, centeno o cebada. Las de primera calidad se sembraban de trigo y descansaban un año, las de segunda se sembraban igualmente de trigo con tres años de descanso, y las de tercera se sembraban de centeno y cebada con descanso de seis años. A su vez, cada obrada de las viñas produce veinte arrobas de vino por quinquenio, si son de primera calidad, quince arrobas las de segunda y ocho arrobas las de tercera. La superficie cultivada se distribuía de la siguiente forma: 

CALIDAD DE LA TIERRA

 PRIMERA

SEGUNDA

TERCERA

      TOTAL

VEGA

    240

   420

   1080

1740  CELEMINES

SECANO

      15

     20

     465

  500  FANEGAS

VIÑAS

      68                

     32

     100

  200  OBRADAS

Cada celemín de tierra de vega se sembraba con un celemín de trigo y con medio cuartillo si era de maíz. En las tierras de secano cada fanega se sembraba con una fanega, si se sembraba de trigo, con tres cuartillas, si se sembraba de centeno, y con fanega y media, si se sembraba de cebada.   

Los árboles
Cuando los repobladores llegan a nuestro Concejo, tras la expulsión de los moriscos, el paisaje agrícola de Cástaras y Nieles está dominado por los árboles, en especial los morales, que constituían la mayor fuente de riqueza de los moriscos, después los olivos y finalmente las higueras. No hay ni una sola mención al almendro, tan frecuente en la actualidad en nuestras tierras. Este paisaje perdurará casi doscientos años después, pero con un elevado incremento en el número de árboles cultivados. En 1574 el número de morales era de 2454, en 1752 la cifra se eleva a 3667, es decir un crecimiento de casi un 50%. Este crecimiento fue propiciado por la riqueza que la seda generaba, y fomentado por la Hacienda Real. De los 180 olivos de 1574 se pasa a los 1055 que declara el Catastro de 1752, lo que revela un importante crecimiento en su cultivo. El número de higueras declarado es de 54, y la suma de álamos y fresnos hace un total de 563. Finalmente, el número de encinas se estimaba entre diez y doce mil.
Las respuestas seis, siete y ocho sitúan a los morales, olivos, álamos y fresnos en la vega, y a las higueras en las tierras de secano; finalmente, en la respuesta cuatro se declara que en virtud de reales órdenes se siembra un pedazo de tierra con bellotas de roble en el pago de las Inciertas y Rambla de Nieles, para su posterior trasplante en un pedazo de tierra de veinte fanegas situado en el pago de los Pradillos. Esta siembra resultó ser un fracaso y así se expresa: “las cuales se sembraron y no han producido.”.  

La ganadería

Las respuestas dieciocho y veinte regulan el ganado existente, pero para una mayor precisión recurrimos a los datos facilitados por las respuestas particulares a este respecto. En ellas se nos dice que en el Concejo existían 264 cabezas de ganado lanar, 621 de ganado cabrío y 319 de ganado de cerda. Había además 136 de asnal, 21 de mular y 96 de vacuno, no regulándose renta alguna a estas tres últimas especies de ganado, ya que son utilizadas para el cultivo de las tierras y la recolección de los frutos. Su manutención conllevaba muchos costos.

Estructura económica

Como ya se ha dicho, la agricultura era el sector productivo más importante del Concejo de Cástaras y Nieles. A ella estaba dedicada la mayoría de los vecinos, bien como labradores, bien como jornaleros, generando la mayor parte de la renta calculada al Concejo. Pero además de este sector existían el comercio, diversos oficios, industrias y funcionarios, que formaban parte de su estructura económica.

En 1752 existían en el Concejo de Cástaras y Nieles dos tiendas de aceite, una en cada localidad, y dos estancos, con la misma distribución; dos panaderos, ambos en Cástaras, y cuatro recoberos, que compraban y vendían huevos y gallinas. Finalmente, había algunos productores de miel con un total de setenta colmenas. Más numeroso era el grupo dedicado a diversos oficios de carácter artesanal. Éstos eran sus nombres y ocupaciones:

Juan Lorenzo carpintero de Cástaras            
Francisco Sánchez carpintero de Nieles
Juan de Ortega maestro de herrero
Christobal de Ortega maestro de herrero
Manuel de Torres albañil
Juan de Salmerón albañil
Pedro Pérez tejedor de lienzo
Juan de Puga tejedor de lienzo
Silvestre Ramos tejedor de lienzo
Juan Rodríguez Puga tejedor de lienzo
Pablo de Vílchez tejedor de lienzo
Silvestre Ramos barbero
 
 
 

La pregunta diecisiete interroga sobre la existencia de minas, salinas, molinos harineros o de papel, batanes u otros artefactos. Pues bien, la respuesta a dicha pregunta no informa nada respecto a la existencia de minas en explotación en el Concejo. Así mismo, en el resto de las respuestas no se menciona la existencia de trabajadores en las minas. Esto hace suponer que las minas de mercurio no existían en aquella época, o no se encontraban en explotación.
Como ya se ha indicado al hablar de los árboles, entre los años 1574 y 1752 se produce un  incremento considerable en el número de olivos, pasando de 180 ejemplares a 1055. Este incremento debió dar lugar a que se construyera un molino de aceite en Nieles:
“Y que tambien ay un molino de Aceite en el expresado Lugar de Nieles que muele a Mula, y es propio del Lizenciado Don Manuel de Mesqua, Presvitero vecino de dicho lugar de Jubiles, que por la corta molienda que a el ocurre, le regulan de utilidad annualmente a su Dueño cien reales de vellon, y el oficial de dicho molino es un mozo de soldada del dicho Dueño, y dicho molino esta situado junto a la Yglesia de dicho Lugar. Y responden”. La ubicación que el catastro da del molino de aceite es la misma que la de la actual almazara de Nieles, hoy en desuso. Esta ubicación se confirma aún más si tenemos en cuenta que la calle que actualmente la separa de la iglesia fue ensanchada no hace  muchos años. Existían también dos molinos harineros: uno situado en el río Cádiar, en la llamada majada de Ramón, y el otro en la Rambla de Cástaras; lo que  hace pensar que el actual Molino de la Rambla tuviera su origen en el ya descrito por el Catastro.            
      

Funcionarios y cargos públicos

La respuesta veinticinco, al referirse a los gastos que debe satisfacer el Común, nos facilita la nómina de funcionarios y cargos públicos. Así nos dice que ha de satisfacer diferentes cantidades anuales, como el salario del Alcalde y del Procurador General de Fiestas de la Iglesia, y aderezos de acequias, caminos, fuentes y despachos de heredad, sin especificar las cantidades que se les paga. Aparecen también dos guardas celadores de monte, que percibían cuatrocientos cuarenta reales anuales, y dos guardas del fruto de bellota, que percibían doscientos reales anuales. Cerraba la nómina el escribano, Simón de Gandara, a quien se le pagaba trescientos reales anuales.         

 

                             Siglos  XIX-XX