NIELES - BAÑOS DEL PIOJO - NIELES


Recorrido marcado en amarillo
(hoja 1042-II del Instituto Geográfico Nacional 1:25.000

 

En esta ruta visitaremos los Baños del Piojo, antiguo balneario abandonado que se encuentra en proceso de rehabilitación .Se trata de un trayecto de ida y vuelta de poco más de dos horas.

Siguiendo las indicaciones de la ruta anterior, llegamos a Cástaras. Una vez aquí, pasamos por la plaza y tomamos una corta calle que nos conduce a una segunda plaza, desde donde sale, a la derecha de la Posada María, otra calle que nos va a introducir en el frondoso Barranco de la Alberquilla. Atravesamos sus aguas sobre un escondido y pequeño puente, construido con sillares de roca caliza, formando un solo arco.


Puente del Barranco
de la Alberquilla
Mientras caminamos por el barranco, veremos cuidadas huertas y las acequias que las riegan, y podremos disfrutar de una frondosa y variada vegetación de ribera, destacando importantes ejemplares de álamos y fresnos principalmente.

Pasados 20 minutos desde que salimos de Cástaras, llegamos al cementerio, el cual dejamos a nuestra derecha para tomar una carretera que nos conducirá hasta el balneario.
 

Edificio del balneario

Vista desde el Balneario
Una vez en el balneario, con mucha precaución, dado el peligro de derrumbe que presenta el edificio, podemos ver la antigua almazara. De ella sólo quedan restos, tales como dos piedras de moler, el eje y capachos, además de una pequeña balsa circular de mampostería en la que se echaba el alpechín de la molienda.

Almazara

Balsa de alpechin
El edificio del balneario es de planta poligonal y doble altura, con cubierta de teja. Está construido en mampostería con enfoscado y múltiples vanos, que alojan ventanas y puertas. En su interior hay habitaciones comunicadas entre sí, además de abrevaderos, graneros y estancias para el hospedaje de los visitantes.

Unos metros por debajo del balneario podemos ver el nacimiento de sus aguas ferruginosas, que corren entre el denso bosque de galería-ribera, donde predominan los álamos.
Aguas ferruginosas del balneario
El camino de vuelta lo realizamos por donde hemos venido.