La tierra revelada

 

Geografía recordada

 

Dos palabras nada más: ŷuz' Qāšturiš
(جز قاشْتُرِش)

La noticia más antigua de Cástaras, conocida hasta ahora, la proporciona el almeriense Ahmad ibn cUmar ibn Anas al-cUdrī, nacido en Dilāya (Dalías) el año 1003 y fallecido en Almería en diciembre de 1085,[1] en un manuscrito posiblemente autógrafo redactado entre 1066 y 1076,[2] que se conserva en Jerusalén.[3] Este códice incompleto fue encontrado por Rashād cAbd al-Muttalib en la biblioteca privada de la familia al-Budayrī, durante una misión del Instituto de Manuscritos de la Liga Árabe y fue microfilmado y los microfilmes archivados en el mencionado instituto con la signatura 30/612. Ordenado, estudiado y editado por el arabista y catedrático de la Universidad de El Cairo cAbd al-cAzīz al-Ahwānī, se publicó en árabe por el Instituto de Estudios Islámicos de Madrid en 1965.[4]

Con dos palabras, nada más, ŷuz' Qāšturiš (جز قاشْتُرِش), nos refiere al-cUdrī la situación geográfico-administrativa de Cástaras y alrededores en época califal,[5] es decir en los dos tercios finales del siglo X y en el primero del XI, incluyendo a la población en una relación de topónimos, junto a Órgiva, Bargis, Juviles, Poqueira, Bérchules, Golco, Escariantes y otros lugares de dudosa identificación que coincidirían probablemente con Juliana, Ferreirola, Jete y Moscaril.[6] Esta relación, en la que cada lugar está calificado con la palabra árabe ŷuz' (جز) referida a su categoría administrativa, constituye, en palabras del profesor Sánchez Martínez, «la enumeración más antigua de topónimos alpujarreños llegada hasta nosotros».[7]

  

Dos detalles de una copia, conservada en la Bodleian Library de la Universidad de Oxford, del mapamundi trazado en el siglo XII por el ceutí al-Idrisi. En el primero se aprecia la península Ibérica, norte de África y parte del Mediterráneo, incluyendo las Baleares, Córcega y Cerdeña. En el segundo, una ampliación de la zona sur donde se distinguen Sierra Nevada, la Alpujarra y, muy pequeñito, lo que parece ser el río Guadalfeo. Para adaptarlo al convencionalismo actual, se han invertido las imágenes, pues al-Idrisi dibujó el mapa con el sur en la parte de arriba. (Imágenes tomadas del «Atlas nacional de España»).

División de La Alpujarra en tahas (según P. Cressier)

División de la Alpujarra en aŷzā´. Mapa de elaboración propia partiendo del publicado por Patrice Cressier en el artículo «Le chateau et la division territoriale dans l'Alpujarre medievale: du hins a la ţāca», publicado en 1984 en Mélanges de la Casa de Velázquez.

Se conoce muy poco sobre el significado y alcance de la palabra ŷuz', traducida como «término comunal» por el antes citado profesor. Según observaciones de Hussein Mu'nis, «es una zona habitada por miembros de una tribu; se encuentra ubicada en terrenos de pasto [...] y goza de un régimen peculiar: explotación comunitaria y exención de cargas fiscales».[8] Por su parte Juan Vernet escribía en 1966 sobre los aŷzā´ (trascripción del plural árabe de ŷuz'): «Demostramos que los aŷzā´ eran amplias superficies de tierra que el Estado dejaba a disposición de los ganaderos, sin gravarlos con impuestos. Los árabes siguieron en esta organización precedentes más antiguos, que se encuentran en la administración romana, la cual disponía que cada ciudad o aldea tuviera una zona de pastos, exenta de impuestos».[9] Según Patrice Cressier,  admitir este modelo supondría aceptar un drástico cambio en la economía de la Alpujarra a final del siglo XI, que no concordaría con restos arqueológicos de sistemas de riego indicadores de un desarrollo previo de la agricultura intensiva en la zona.[10]  Carmen Trillo, autora de una memoria de licenciatura y de una tesis doctoral que estudian el pasado de nuestra tierra en detalle, enuncia así el modelo de P. Cressier para el ŷuz': «un distrito político-administrativo integrado por varias alquerías y un ḥinṣ principal que le daría nombre y que sería, a un tiempo, elemento defensivo de las comunidades y representación del poder central»,[11] mostrándose de acuerdo en incluir un componente agrícola intensivo en el término ŷuz' en el caso de la Alpujarra, para lo que se basa en las noticias escritas, desde mediado el siglo X, sobre alquerías de la zona dedicadas a la agricultura, y en que la mayor parte de la Alpujarra ha vivido principalmente de la explotación agrícola del territorio en épocas posteriores.[12]

Parece lógico pensar que tanto Cástaras como las zonas vecinas de la Alpujarra alta, estuvieron habitadas hasta bien avanzada la Edad Media por tribus muy independientes, que se dedicarían a la explotación pecuaria comunal y que irían introduciendo la agricultura intensiva a medida que se desarrollaban y evolucionaban.

Un castillo perdido

Según han puesto de manifiesto Carmen Trillo[13] y Patrice Cressier,[14]  existe en la Alpujarra una relación constante entre ḥinṣ (castillo) y ŷuz’ (distrito),  con raras excepciones como la de Cástaras. Esto induce a pensar, aun no habiéndose hallado restos, en algún tipo de estructura fortificada en el entorno de Cástaras, que sería confirmada por la existencia a principios del siglo XVI de un barrio llamado Arrabal con fuente (Ayna Rabad o del Pinix), mezquita y rábita o solar de rábita,[15] que podríamos identificar con alguno de los barrios bajos actuales, excepto el de las Eras que entonces era un cerro sin edificar, salvo, quizás, el castillo del que hablamos. Este núcleo urbano es el único de la Alpujarra relacionado toponímicamente con la palabra 'arrabal'.

En 2021, la Universidad de Granada publicó la tesis doctoral de Jorge Rouco Collazo,[16] donde se sitúa con bastante probabilidad una estructura castral en el cerro de las Eras. Se basa el autor en investigaciones llevadas a cabo por Ángel Bañuelos sobre el Libro de apeo y repartimiento de Cástaras y Nieles, en el cual se menciona una casa lindante con el «cerro que se decía Hizan»,[17] así como en las referencias antes citadas y en los escasos restos de cerámica altomedieval hallados en los alrededores. Sin otros vestigios significativos que confirmen la existencia de este castillo, castillejo o estructura fortificada de escasa entidad, Rouco opina que la edificación tendría una existencia efímera en la época de la fitna,[18] es decir, en el primer tercio del siglo XI. Nosotros añadimos, basándonos en que los datos proporcionados por al-cUdrī son de la época califal,[19] que tal vez se podría relacionar el castillo castareño con la rebelión de cUmar ibn Ḥafṣūn, causa de la destrucción del vecino castillo de Juviles y otras muchas fortalezas por orden de Abderramán III.


[1] Manuel SÁNCHEZ MARTÍNEZ: «Razi, fuente de al-cUdri para la España preislámica», Cuadernos de historia del Islam, v. 3 (1971), pp. 9 [3]-14 [8].
[2] Luis MOLINA: «Las dos versiones de la geografía de al-cUdri», Al-Qantara; Vol. III (1982), p. 260 [12].
[3] Juan VERNET GINÉS: «Un texto nuevo e importante para la historia de la España musulmana hasta el siglo XI», Revista del Instituto Egipcio de Estudios Islámicos, v. 13 (1965-66), p. 19 [3].
[4] Ahmad ibn cUmar ibn Anas al-cUd: «Fragmentos geográfico-históricos de al-Masālik ilā gamīc al-mamālik», edición crítica  (en árabe) por el Dr. cAbd al-cAzīz al-Ahwānī . Instituto de Estudios Islámicos, Madrid. 1965. Traducción parcial para Recuerdos de Cástaras de Rodolfo Vico.
[5] Manuel SÁNCHEZ MARTÍNEZ: «La cora de Ilbira (Granada y Almería) en los siglos X y XI, según al-cUdri (1003-1085)», Cuadernos de Historia del Islam, v. 7 (1975-1976), p. 17 [13].
[6] Ibídem, pp. 57 [53] - 59 [55].
[7] Ibídem, p. 19 [15].
[8] Hussein MU'NIS: «La división político administrativa de la España musulmana», Revista del Instituto Egipcio de estudios islámicos, v. 5 (1957), p. 116 - 122. Citado en Manuel SÁNCHEZ MARTÍNEZ: Op. cit., p. 18 [14].
[9] Juan VERNET GINÉS: Op. cit., p. 19 [3].
[10] Patrice CRESSIER: «Le chateau et la division territoriale dans l'Alpujarre medievale: du hins a la ţāca», Mélanges de la Casa de Velázquez, XX (1984), p. 133.
[11] Carmen TRILLO SAN JOSÉ: La Alpujarra antes y después de la Conquista Castellana. Granada, Universidad de Granada, 1998, p.101.
[12] Ibídem, p.102.
[13] Ibídem, pp. 104 y 106.
[14] Patrice CRESSIER: Op. cit., p. 135.
[15]

 

Citados por Manuel Gómez Moreno: «De la Alpujarra», al-Andalus, XVI (1951), p. 26 [10], (barrio y mezquita); Isidro de las Cagigas: «Topónimos Alpujarreños», al-Andalus, XVIII (1953), pp. 310 [16] - 311 [17] (barrio, mezquita, solar de rábita y fuente del Pinix); y Carmen Trillo (op. cit. pp. 122 - 123), (barrio, mezquita, rábita y fuente Ayna Rabad).
P. Cressier (Op. cit., p. 135) aduce también, como indicio de la existencia de algún tipo de fortificación en las cercanías de Cástaras, el topónimo Viña del Castillo, si bien advirtiendo que este tipo de toponimia actual hay que valorarla con prudencia. En nuestra opinión, para este caso, habría que confirmar que no se trata de una modificación de la forma Viña de Castillo, referida a alguien con ese apellido, como ha sucedido con la Casería del Mercado, que en origen a finales del siglo XVII y principios del XIX fue la Casería de Mercado, apellido de su fundador e inicial propietario.
[16] Rouco Collazo, Jorge: Las fortificaciones medievales de la Alpujarra alta desde la Arqueología de la Arquitectura y del Paisaje. Tesis doctoral. Universidad de Granada, 2021.
[17] Los topónimos hizán, hisan, alhizán alizan, alaizan y demás variantes tienen su origen en la palabra hispano-árabe ḥiṣān (حصن) con el significado de 'fortaleza, castillo, alcazaba'.
[18] Rouco Collazo, Jorge: Las fortificaciones medievales... p. 813.
[19] Manuel SÁNCHEZ MARTÍNEZ: «La cora de Ilbira (Granada y Almería)...»p. 1 [5].
   
   

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Fecha de publicación:

15-12-2006

Última revisión:

21-05-2023